El fascismo es otro de los totalitarismos que gobernaron la Europa de principios del siglo XX. Este es un movimiento italiano que surgió como reacción a la Revolución Bolchevique de 1917 y a las fuertes peleas sindicales.
Este movimiento exaltaba la idea de nación frente a la de individuo. Además utilizaba los nuevos medios de comunicación a favor de su líder, Benito Mussolini, en torno al que se concentraba todo el poder.
Sus características principales fueron el expansionismo y el militarismo utilizando el imperialismo. Además suprime la lucha de clases con una política paternalista en el que todos obedecen órdenes superiores de otros.
COMIENZO DE LA DICTADURA. Una vez el nuevo movimiento hubo conseguido ganarse la confianza de las clases de población más ricas y conservadoras, contrarias a cualquier agitación y reivindicación y en contra de socialistas y católicos populares, el régimen establecido por Mussolini trajo consigo leyes raciales fascistas.
Durante la Segunda Guerra Mundial fueron 194.000 militares y 3.208 civiles más los caídos en frentes de guerra. Durante el trienio que comprende entre 1943 y 1945 fueron víctimas del fascismo unas 444.000 personas. A estas cifras hay que sumar las 40.000 que murieron después de esa fecha, los más de 50.000 que murieron a manos de los alemanes que les habían aprisionado, y los 10.000 en los Balcanes.
LA AYUDA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. Una vez estalló la contienda española, más de 40.000 voluntarios de más de medio centenar de países, se apresuraron en ayudar al bando republicano. Por su parte Mussolini y Hitler apoyaron a la Falange.
Nunca se ha sabido con exactitud cuáles fueron las razones que llevaron al mandatario italiano a este apoyo ya que no contaba con ninguna ventaja real en esta guerra. Por su parte, sí que se conocían las pretensiones de Hitler: las materias primas con las que contaba el país, especialmente el hierro.
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