Uno de enero, dos de febrero…siete de julio, San Fermín, es quizás una de las canciones más populares de nuestro país. Y si lo es, es porque las fiestas de San Fermín son unas de las más importantes y reconocidas de nuestro país en todo el mundo.
Este día, el 7 de julio, personas llegadas de todos los puntos del mundo se congregan en Pamplona para festejar la festividad de San Fermín en un sinfín de actos entre los que, como no podía ser de otra forma, destacan los encierros de toros.
Como ocurre en la mayoría de las celebraciones, la festividad religiosa queda en un segundo plano para ensalzar días de fiesta, de alegría y diversión de vecinos y visitantes en los que el toro es el gran protagonista y también lo son la indumentaria típica: pantalón y camiseta blancos con un fajín y un pañuelo de color rojo.
Y, ¿por qué pañuelo de color rojo? Es sencillo, el origen de esta tradición de colorase el pañuelo a las 12 del mediodía del día 7 tras las palabras de “viva San Fermín, Gora San Fermín” proviene de una tradición religiosa.
La tradición cuenta que para las ceremonias religiosas en honor a un santo, si éste ha sido mártir y ha muerto por sus creencias, los sacerdotes se visten de rojo cuando se celebra su día.
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