viernes, 30 de abril de 2010

El Hubble cumple 20 años en el espacio

Lleva 20 años revolucionando la forma de ver el universo desde que fuese lanzado al aire en abril de 1990. Grandes descubrimientos, como el de que el espacio está en constante crecimiento, atesoran la grandeza del telescopio espacial Hubble.

La NASA, junto la Agencia Espacial Europea, lanzó este gran telescopio al espacio el 24 de abril de 1990 a bordo de la lanzadera espacial Discovery.

Un fallo en las ópticas daba una visión borrosa de las imágenes mostradas por el Hubble por lo que fue tratado como un gran fallo de la agencia espacial. No fue hasta 1993 cuando llegó la primera tripulación de mecánicos que reparó el fallo de visión lo que hizo del Hubble lo que se esperaba de él.

El último vuelo de la NASA fue en mayo de 2009, cuando la tripulación de la lanzadera Atlantis prestó un último servicio al observatorio orbital. Reemplazaron las viejas baterías de Hubble y las partes desgastadas, revivieron las cámaras rotas nunca diseñadas para estar fijas en el espacio y añadieron dos nuevos instrumentos.

IMÁGENES ENVIADAS. En junio de 1994 la revista ‘Time’ publicó que el Hubble había descubierto claros indicios en apoyo de la existencia de los agujeros negros.

La NASA anunció que este había descubierto una nube de gases en forma de disco que gira a gran velocidad. La única explicación que puede darse en la actualidad para este fenómeno es la existencia de una enorme fuerza gravitatoria ejercida por un mastodóntico agujero negro, en torno al cual da vueltas el disco.

El Hubble también envió imágenes del cometa Shoemaker-Levy 9 cuando este se dirigía en una trayectoria autodestructiva a Júpiter, donde se desintegró en julio de 1994.

EL HUBBLE EN CIFRAS.

- Mide 13 metros de longitud y 4 de diámetro.

- Su peso alcanza las 12 toneladas.

- Se encuentra a 593 metros sobre el nivel del mar.

- Ha realizado 500.00 fotografías.

- Da la vuelta a la Tierra cada 97 minutos a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora.

miércoles, 28 de abril de 2010

Barcelona'92, el sueño hecho realidad

Sin duda, el proyecto más ambicioso en el que Samaranch participó y por el que siempre será recordado, fueron los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 que se celebraron en la ciudad condal entre el 25 de julio y el 9 de agosto de ese año. En esta cita olímpica participaron un total de 9.356 atletas procedentes de 169 países de todo el mundo.

Antes de 1992, la ciudad de Barcelona había presentado su candidatura a los Juegos Olímpicos de 1924, 1936 y 1940. En el caso de Barcelona’92 las gestiones comenzaron en mayo de 1981 cuando el alcalde por aquel entonces de la ciudad, Narcís Serra, solicitó permiso al Rey para organizar los Juegos Olímpicos de 1992.

Cabe destacar el gran apoyo con el que contó la candidatura catalana que desde el primer gozó del apoyo institucional y social. Prueba de ello es que antes incluso de la designación como ciudad organizadora de los JJ.OO. se había alcanzado la cifra de 60.000 voluntarios.

ANTORCHA OLÍMPICA. Uno de los elementos más significativos de cada cita olímpica es su antorcha olímpica que en el caso de Barcelona, fue diseñada por André Ricard.

La antorcha olímpica visitó, en 39 días, 652 localidades de todo el panorama nacional a lo largo de más de 6.000 kilómetros en los que fue portada por 9.500 personas.

La llama olímpica fue encendida el 5 de junio en Olimpia desde donde fue portada por relevos hasta Atenas para partir, el 9 de junio, en la fragata Cataluña de la Armada Española que fue la encargada de portarla hasta España donde llegó al puerto de Ampurias cuatro días después, el 13 de junio. Allí fue recibida por miles de personas.

La entrada triunfal en la ciudad condal se produjo el 24 de julio. Allí fue recibida por una gran cantidad de gente en una fiesta que se prolongó durante varias horas. Al día siguiente, llegó el Estadio Olímpico donde, su último relevo, encendió el pebetero.

CEREMONIAS DE INAUGURACIÓN Y CLAUSURA. La ceremonia inaugural se celebró la noche del 25 de julio de 1992 en el Estadio Olímpico de Montjuich. Los asistentes allí congregados presenciaron la recreación de la escena mitológica de Hércules separando los continentes de Europa y África creando así el mar Mediterráneo, así como el nacimiento de la ciudad de Barcelona.

Monserrat Caballé, Freddi Mercury, José Carreras, Plácido Domingo y Alfredo Kraus fueron algunos de los intérpretes que amenizaron la gala con su música.

Por su parte, la ceremonia de clausura se celebró el 9 de agosto en el mismo lugar. Allí, el por aquel entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, declaró que los de Barcelona habían sido “los mejores Juegos Olímpicos de la historia”, afirmación que fue secundada por todos los medios de comunicación internacionales y los atletas de todo el mundo.

COBI. Cobi, la mascota de Barcelona’92, fue creada por Javier Mariscal. Su nombre procede del Comité Organizador de las Olimpiadas de Barcelona (COOB).

Fue presentado al gran público, junto con el logotipo de Barcelona’92 el 15 de marzo de 1988 como una figura que rompía con la tradición de las mascotas anteriores, caracterizadas por su imagen dulce y amable. Por ese motivo, en un principio, Cobi fue ampliamente rechazado por la población, sin embargo, y con el paso del tiempo, Cobi comenzó a encantar a la población.

Cobi cumplió con su objetivo y logró identificarse plenamente con el acontecimiento deportivo y con la ciudad de Barcelona. Según el COI, Cobi ha sido una de las mascotas más populares y con mayor éxito comercial de la historia de los Juegos Olímpicos modernos.

Una vez apagada la llama olímpica, en medio de una lluvia de fuegos artificiales, Cobi, la mascota olímpica, desapareció cielo arriba, navegando por el aire en un barco de papel.

lunes, 26 de abril de 2010

El gran precursor del olimpismo moderno

Periodista deportivo, político, diplomático, deportista multifacético y sobre todo, precursor de los Juegos Olímpicos Modernos. Juan Antonio Samaranch, -uno de las personas más queridas en el mundo del deporte tanto nacional como internacional-, fallecía, la semana pasada, por problemas cardio-respiratorios.

No tardaron en llegar las primeras reacciones desde todos los ámbitos de la sociedad desde que se conociese la noticia. Políticos, miembros del Comité Olímpico, deportistas de todas las especialidades y miles de personas anónimas tuvieron palabras de reconocimiento ensalzando la gran labor que desempeñó durante su dilatada trayectoria profesional.

Samaranch, -que vivió y dio todo a favor de la gran familia olímpica-, formó parte del Comité Olímpico Internacional (COI), durante 44 años de las cuales, más de dos décadas, fue presidente del mismo, cargo que ocupó entre 1980 y 2001, año en que pasó a ocupar la Presidencia de Honor.

Su legado es imborrable. Fue el gran propulsor del movimiento olímpico y uno de los máximos responsables del éxito de los Juegos Olímpicos de Barcelona’92. Hasta el final estuvo implicado en el olimpismo. Tanto es así que apoyó expresamente las candidaturas de Madrid para ser sede olímpica en 2012 y 2016.

ADIÓS MULTITUDINARIO. Alrededor de 4.000 personas se agolparon en los entornos de la Catedral de Barcelona para asistir al funeral que estuvo oficiado por el cardenal arzobispo de la diócesis, Lluís Martínez Sistach y al que acudieron los Reyes junto a las Infantas.

La capilla ardiente que se instaló en el Palau de la Generalitat recibió la visita de cientos de barceloneses para mostrar sus respetos y dar el último adió a Samaranch.

ACTOS INSTITUCIONALES. Desde primeras horas de la mañana, Barcelona y toda la familia olímpica homenajearon a Juan Antonio Samaranch, en una ceremonia civil que tuvo lugar en el Palau de la Generalitat a la que asistieron más de 200 personas.

Los Príncipes y las autoridades recibieron el féretro poco después de las 10 de la mañana en el Palau de la Generalitat. En el Salón Sant Jordi, donde se celebró la ceremonia civil, se colocó el féretro cubierto con la bandera olímpica, que también ondeó en los balcones del Palau de la Generalitat y del Ayuntamiento. Mientras tanto, el himno olímpico no dejaba de sonar.

El ‘Amigos para siempre’ que clausuró los Juegos Olímpicos de 1992 ha resonado con fuerza en la despedida de Samaranch. Sin duda, el himno del olimpismo moderno, no volverá a sonar igual sin su gran precursor.