viernes, 15 de enero de 2010

España será la cara visible de Europa durante seis meses


Hace 15 días, con la llegada del nuevo año, España asumió la Presidencia de turno de la Unión Europea. Sus tareas: organizar y dirigir hasta el 30 de junio, los trabajos del Consejo de la Unión Europea, donde están representados los Estados miembros.

Traducido en cifras, supondrá durante este semestre, los representantes españoles en el Consejo de la Unión Europea, así como en sus órganos subsidiarios, son quienes fijan el orden del día y presiden las aproximadamente 3.000 reuniones que se celebrarán entre Bruselas y Luxemburgo y las 300 que tendrán lugar en España.

Ejercer la Presidencia rotatoria conlleva desempeñar funciones de apoyo a la Presidencia estable, que es la encargada de representar al Consejo en sus relaciones con terceros países y organizaciones internacionales y en sus relaciones con las demás instituciones europeas, en particular con el Parlamento Europeo y la Comisión.

Figura esta, la de la Presidencia estable, creada en el Tratado de Lisboa y que tiene por objetivos de mayor continuidad a los trabajos de la UE. Obstenta el cargo durante dos años y medio, -y renovables por otro periodo similar una sola vez-, el ex primer ministro de Bélgica Herman van Rompuy.

En estos seis meses, el Gobierno debe emplearse a fondo para resolver las diferencias que puedan surgir entre los Estados miembros a la hora de tomar decisiones mediante la presentación y negociación de soluciones de compromiso así como el deber de estar preparado para afrontar situaciones imprevistas que requieran una actuación rápida de la UE.

EL LOGOTIPO. La imagen de la Presidencia española es el resultado de un concurso internacional de ideas convocado simultáneamente por los tres países que ejercerán sucesivamente, desde el 1 de enero de 2010 y el 31 de junio de 2011, la Presidencia en equipo: España, Bélgica y Hungría.

Mediante ese concurso, convocado entre estudiantes que cursaban los dos últimos años de estudios de diseño gráfico, se ha creado un logotipo único para los 18 meses que está integrado por un elemento común, “eu”, y por tres elementos singulares, los colores de la bandera de cada uno de los países, que individualizarán el semestre durante el cual cada uno de los países ejerza su Presidencia.

Las curvas sólidas y los trazos distintivos empleados evocan una bandera ondeando al viento que representa a la Unión Europea. Las dos letras están enlazadas para expresar el vínculo solidario que existe entre los Estados miembros y la cursiva enfatiza la naturaleza dinámica de los mismos. El empleo de los colores de las banderas nacionales relaciona con fuerza el país que ocupa la Presidencia con la Unión Europea.

Es la primera vez que un Trío de Presidencias decide tener un único logotipo común para el año y medio que dure su mandato.

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