lunes, 22 de febrero de 2010

La noche en la que la democracia 'tembló'


El 23 de febrero de 1981, del que mañana se cumplen 29 años, fue quizás la prueba más difícil que ha vivido España durante su joven democracia.

Ese mismo día, militares melancólicos del régimen franquista protagonizaron un intento de Golpe del Estado que fracasó a favor del nuevo sistema democrático instaurado tras la muerte de Franco.


Pasaban poco más de tres minutos de las 18:20 horas de aquel 23 de febrero, cuando un contingente de guardias civiles se adentraron en el Congreso de los Diputados bajo el mando del coronel Antonio Tejero, justo en el momento en que Leopoldo Calvo Sotelo iba a ser proclamado nuevo presidente del Gobierno.


Uno de los puntos fuertes de este intento fallido de Golpe de Estado fue la toma por la fuerza de las instalaciones de Radio Televisión Española en Prado del Rey, fruto del cual Televisión Española alteró su programación y Radio Nacional emitió marchas militares.


INTERVENCIÓN TELEVISIVA DEL REY. Alrededor de la una de la madrugada del 24 de febrero, el Rey intervino a través de televisión. Vestido con el uniforme de Capitán General de los Ejércitos rechazó el intento golpista para defender la Constitución Española implantada en 1978. A partir de ese momento, el intento de Golpe de Estado, se dio por finalizado.


El día 24 de febrero las calles de Madrid vivieron una de las manifestaciones ciudadanas más multitudinarias que ha conocido el país hasta la fecha: alrededor de un millón y medio de personas se congregaron en las vías más céntricas de la capital para luchar “Por la libertad, la democracia y la Constitución”.


LA NOCHE DE LA RADIO. Si hubo un medio de comunicación partícipe durante toda esa jornada, ese fue la radio.


El periodista deportivo José María García, se acercó hasta las inmediaciones del Congreso de los Diputados con una unidad móvil de la Cadena SER, desde donde narró a todo el país los acontecimientos que allí sucedieron durante horas.


Por su parte, Pedro Francisco Martín, cámara de Televisión Española, grabó alrededor de treinta minutos de aquel histórico momento que pasará a la historia de la producción audiovisual.


Sin duda, aquella noche pasó a ser conocida como “la noche de los transistores”, durante horas, gran parte de la población permaneció atento a las emisiones de la Cadena SER, que pudieron emitir ya que no fueron intervenidas por los militares. Fue sin duda, la noche de la radio.

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