lunes, 6 de diciembre de 2010

El Santa Bárbara más amargo


Como cada 4 de diciembre, el mundo de la minería está de celebración y es que se festeja Santa Bárbara, patrona del sector y a la que tanto trabajadores aún en activo como aquellos que han pasado al otro bando como jubilados o prejubilados veneran con la mejor de sus ofrendas.

Guardo, pueblo minero por excelencia ha programado para estos días la tradicional procesión con la imagen de Santa Bárbara en las principales calles de la localidad que se sitúan en los entornos de la iglesia que lleva el mismo nombre así como la popular comida de hermandad de los trabajadores activos o prejubilados y jubilados del sector.

Otro de los enclaves mineros más importantes de la minería en la provincia de Palencia es Velilla del Río Carrión, en cuyo término municipal se encuentra la única mina activa del grupo Uminsa en la provincia castellana.

Los velillenses han disfrutado durante la jornada del sábado de la tradicional procesión de Santa Bárbara así como de un vino español, un baile y un acto de homenaje a tres personas de Velilla del Río Carrión vinculadas con la minería. El domingo, tuvo lugar el plato fuerte de la celebración de Santa Bárbara en Velilla, el IV Concurso Nacional de Entibadores, donde profesionales de toda la geografía nacional se acercaron hasta la localidad norteña para competir en este peculiar torneo que fue seguido por cientos de personas.

Pero no todo es fiesta. En este 2010, la celebración de Santa Bárbara es una del as más amargas y trágicas que se recuerdan quizás desde los años 90, en otra de las grandes crisis del sector minero en la provincia de Palencia.

En este sentido, cabe recordar el encierro protagonizado, tan sólo unas semanas atrás, por un grupo de trabajadores del Pozo Las Cuevas, en Velilla del Río Carrión en protesta por algo que les pertenece, un sueldo digno por su trabajo. Más de 50 profesionales se encerraron durante un mes a 700 metros de profundidad para reclamar el pago de sus nóminas que no recibían desde hacía un tiempo.

Guardo y toda su comarca demostró en esta ocasión saber de dónde vienen sus raíces y lo que realmente hizo de esta villa norteña una de las más desarrolladas económica y socialmente del siglo XX con la llegada de la extracción de carbón de sus entrañas y a la que después se sumarían otras como la Central Térmica de Velilla o la Fábrica de Explosivos de Río Tinto de Guardo (Celanese).

Pero la difícil situación no se zanjó con este asunto. Semanas después fueron los trabajadores de la explotación de cielo abierto en Castrejón de la Peña los que se vieron afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) estipulado en seis meses y que mantiene a sus trabajadores sin trabajo a día de hoy.

Ante esta situación tan sólo cabe pensar que la época de grandeza de la minería en la cuenca palentina se agotó hace tiempo y que hoy día sólo queda recordar con nostalgia lo que supuso la sustracción de este mineral en las entrañas de nuestras montañas y pensar, en qué deparará el fututo a la zona oeste de la Montaña Palentina.

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