viernes, 23 de abril de 2010

El día de todos los castellanoleoneses

La Comunidad Autónoma de Castilla y León está hoy de fiesta. Un año más, la campa de Villalar de los Comuneros en la provincia de Valladolid se llena de visitantes llegados de toda la Comunidad, así como de otras limítrofes para participar de esta jornada festiva para todos los habitantes de la Región.

Nuestra fiesta, tan popular como reivindicativa conmemora, paradójicamente una derrota, la de los Comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en los entornos de la campa de Villalar en los primeros años del siglo XVI.

Los antecedentes de este fiesta habría que remontarlos a 1821 cuando el guerrillero, Juan Martín Díez ‘El Empecinado’, y sus compañeros de la sociedad ‘Los Comuneros’, organizaron una expedición a Villalar en busca de los restos de Padilla, Bravo y Maldonado. Estos hechos tuvieron su punto culminante con un acto de homenaje a los Comuneros en la plaza de Villalar el 23 de abril de ese mismo año.

En los primeros años del siglo XX, durante la Restauración, hubo otros intentos de celebración en Villalar. En 1920 el Ayuntamiento de Santander propuso que las corporaciones castellanas celebrasen el IV Centenario de los Comuneros de Castilla.

Con el golpe militar de 1936 y el estallido de la Guerra Civil española, la referencia comunera sigue presente entre las guerrillas defensoras de la República. Se crea así el ‘Batallón Comuneros de Castilla’ para liberar a las provincias de Ávila y Salamanca.

1976, EL PRIMER VILLALAR EN DEMOCRACIA. Tras la muerte de Franco llega la democracia a nuestro país. En ese año, el Instituto Regional Castellano-Leonés, -organismo regionalista de izquierdas creado a comienzos de año-, fue el primero que trató de conmemorar la batalla de Villalar mediante una concentración en esta localidad, en demanda de democracia y autonomía de la región.


Su propuesta fue rechazada por el Gobierno competente. Pese a la prohibición, cerca de 400 habitantes de la Comunidad se dirigieron hacia la localidad vallisoletana. Los asistentes hubieron acudir hasta su cita en Villalar a través de caminos y carreteras secundarias ya que los accesos principales a la localidad habían sido cortados aquel 25 de abril, día en que se celebró el acto en aquella ocasión.


1977, DESPEGUE DE VILLALAR. A partir del año 1977, a la celebración de Villalar se fueron sumando los nacientes partidos políticos además de muchas organizaciones.


La cita de ese año fue todo un éxito, entre 15.000 y 20.000 personas se concentraron en la localidad para festejar el 456 aniversario de la derrota de los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado.

Esta celebración fue el origen de un ritual que, desde entonces, se repite cada año: la concentración en la campa de Villalar, los pendones morados, los gritos de "¡Castilla entera se siente comunera!" y "¡Castilla y León por su liberación!", los discursos regionalistas, las actuaciones musicales de carácter popular y folclórico y la ofrenda floral a los capitanes comuneros decapitados ante el monolito de la Plaza Mayor.

1978, EL VILLALAR MÁS MULTITUDINARIO. Este año fue el que mayor concentración de personas ha tenido hasta la fecha. En aquella ocasión hasta 200.000 personas se dieron citas en la campa de Villalar y sus inmediaciones en un ambiente plenamente festivo como reivindicativo.


1979, VILLALAR RESPALDADO POR LA IZQUIERDA. La participación en esta anualidad se vio drásticamente reducida, tanto es así que la congregación de gente apenas superó la mitad de los que habían acudido hasta Villalar el año anterior.


Como venía siendo habitual, de nuevo, algunos exaltados trataron de suplantar la bandera constitucional por otra republicana, lo que provocó la intervención de las fuerzas antidisturbios.


Hasta el final de la etapa preautonómica, entre 1980 y 1983 las celebraciones en la campa fueron mucho menos numerosas y casi únicamente respaldadas por la izquierda.


1983, PRIMER VILLALAR CON AUTONOMÍA. Con la llegada del Estatuto de Autonomía en febrero de 1983, se inicia una nueva etapa en Castilla y León. Una etapa en que durante algunos años la conmemoración tomó tintes oficiales y un carácter fundamentalmente festivo.


Unas 18.000 personas se congregaron a la campa de Villalar para manifestarse, -junto con autoridades de la Comunidad Autónoma-, en pro de la recién forjada autonomía.


Dos años después, en 1985, la celebración continuó con el mismo tono de reivindicación autonomista aglutinando a 25.0000 personas.



1986, 23 DE ABRIL POR LEY DÍA DE LA COMUNIDAD. El paso decisivo tuvo lugar en 1986. En ese año, el Gobierno autonómico fijó, por Ley, el 23 de abril como Día de la Comunidad ya que hasta ese momento, la fecha había oscilado entre varios días a finales del mes de abril.


Protestas populares en las que se llegaron a zarandear a las autoridades que hasta allí se desplazaron hizo que, José María Aznar, presidente de la Junta de Castilla y León en 1987, decidiera celebrar la fiesta de la Comunidad con carácter itinerante, pasando de provincia a provincia.


ACTUALIDAD. En la actualidad, Castilla y León es una de las pocas Comunidades españolas en la que sus habitantes poco tienen de sentimiento regionalista más allá de Valladolid y sus entornos.

Haberse constituido como una Comunidad Autónoma de ‘nueva’ creación, la está pasando factura, hecho al que hay que sumar la gran extensión de la misma, que tampoco ayuda en este sentido.

Aún así año tras año la campa de Villalar se llena de visitantes para disfrutar de un día de fiesta en la que se suceden infinidad de actividades en pro de los valores regionalistas en una fiesta con marcado carácter festivo y reivindicativo. Una fiesta, la de la Comunidad Autónoma, más grande de nuestro país.

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